domingo, 18 de octubre de 2015

Sigue intentándolo, carajo

Bien, tu primer libro ha salido al mundo.

Y el mundo no lo ha notado.

Bueno, quizás lo noten con el tiempo. Después de todo, deben estar leyéndolo y no saben cómo reaccionar ante tal maravilla de la literatura.

Y pasan los días.

Y pasan las semanas.

Y pasan los meses.

Y te indignas porque el mundo no te ha coronado como la nueva gran revelación, clásico inmediato y autoridad absoluta en el mundo literario. Ningún gran estudio te ruega de rodillas el filmar tu obra a cambio de un contrato millonario. Tus millones de fans no saben lo genial que eres, ni tú ni tu obra, y no te lo hacen saber.

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De vuelta a la realidad, mi estimada persona escribiente, lo más probable es que tu primer intento te salga mal. No en algo, sino en muchas cosas. De algunas de ellas te darás cuenta apenas salga tu libro al mundo, de otras te darás cuenta con el correr del tiempo, viendo a otras personas buscando lo mismo que tú, y luego de los siguinetes intentos.

Porque por supuesto que no te quedarás con un solo intento. ¿Qué te crees, que eres la/el Elegida/o? ¿Que tienes suerte de heroina/héroe? ¿Que el mundo te debe algo? ¿Que si no te salió bien a la primera es que apestas y que jamás deberías tocar una nueva idea de libro ni con un palo?

E, incluso si tu primer libro apesta, ¿vas a dejarlo así nomás? Oh, sí, muy en el fondo esperabas sacarte la lotería, y eso no tiene nada de malo. Lo malo es creerte que el primer resultado es tu destino absoluto.

Ve a las biografías de las cinco personas que más admiras como escribientes, literatas, escritores. Fíjate cuánto tuvieorn que insistir para que les publicasen algo, y cuánto tuvieron que publicar hasta que salió ese título que te llevarías a tu lecho de muerte porque es así de bueno.

(Omite porquerías como Mierdúsculo y su fanfic porno, por amor a tu sanidad y coeficiente intelectual)

Que el mundo necesita que nuevos talentos vengan a demostrar que esta generación no es una porquería, que podemos hacer cosas, y que esas cosas tarde o temprano las leerá alguien y pasaremos a ser un pedacito de lo que es esa persona. Y sige jorobando y sigue publicando y sigue haciendo ruido y sigue diciendo y mostrando y escribiendo y yendo a eventos culturales y hablando con tus pares y sigue, mujer, hombre, persona, sigue intentándolo. Busca opciones, no te quedes con una sola realidad, hincha las petunias o las pelotas, sé audaz, vende tu obra como algo que la gente quisiera leer.

Así que a lamerse las heridas y a seguir intentándolo, carajo.

2 comentarios:

  1. A no olvidar tampoco, Lau, que hasta el libro más modesto y desapercibido de la historia merece, por lo menos, un brindis y varios tragos. Pensar el éxito en términos de reconocimiento es, creo, un tanto peligroso. El escritor por vocación publica para dejar de corregirse a sí mismo. Lo otro, llamémoslo "éxito", si cabe, es producto de circunstancias que poco tienen que ver con el oficio. Dicho esto, me sumo descaradamente a tu grito de aliento. A intentarlo, claro, sin perder de vista por qué y para qué se escribe. Beso!

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    1. Totalmente de acuerdo, estimado. Para alguien el éxito es amasar fortuna, para otra persona es dejar una huella en la cultura, para la de más allá es, al fin, tener su libro publicado en las manos, y la lista sigue. Sea cual sea la definición propia, o esa que se dese, hay que seguir. Saludos,

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