jueves, 1 de octubre de 2015

El escribir no te salva de ser persona humana

Por más que corras, no te salvas de ser humana.

En otras palabras, de cometer errores.

Una de mis colegas escritoras me señaló un error en la primer página de su libro. Me dijo que pensaba que lo había revisado bien, pero se le pasó por alto un detalle. Una señora se lo dijo, de modo bastante enfático, apenas posó sus ojos en el mencionado error.

Yo tuve la suerte de poder encontrar gente calificada para que sean mis lectores beta. Y luego cometí un error al publicarlo con X condición, siendo que la condición Y me hubiese acercado a mis metas. Caranchos. Dolió el darme cuenta que había cometido semejante error, más por vanidad que por otra cosa (en abos casos). Me hizo afinar la puntería, como también le sucedió a mi colega de arriba. Aprendimos de nuestras rodillas raspadas y seguimos pedaleando sin las rueditas.

He leído y oído a personas escribientes que muestran o mencionan alguna metedura de pata. Ya sea por la historia en sí (un fanfic escrito a los quince y revisado a los dieciocho, con todos los clichés y tópicos del género), la forma en que está contada o redactada ("abrí el libro y encontré tres errores sólo en la primera oración, así que lo dejé" me dijo una amiga sobre una saga de cierta fama nacional), o por cómo es publicada.

Cuando el orgullo te duela un poco menos, intenta no tropezar dos veces con la misma piedra. Siendo que eres de la especie humana, será difícil, pero inténtalo de todos modos. La recompensa será evolucionar, como un personaje dinámico, y adquirir puntos de experiencia. Vale la pena.

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